Guido, su tío y Josué son llevados a un campo de concentración nazi.
Dora, se mete voluntariamente en el tren para ir al campo de concentración.
Allí Guido hace creer a su hijo que todo se trata de un juego en el que ganará si no es visto por los guardias alemanes.
Cada día él se inventa nuevos juegos para su hijo y utiliza su imaginación para salvar la vida de Josué y que este no vea lo que está pasando. El niño, creyendo que el ganador se llevará un tanque, según su padre, hace que viva en un juego, sin darse cuenta de las barbaridades que ocurren, gracias a su padre.
Los soldados alemanes se preparan para abandonar el campo de concentración antes de que llegasen los aliados y quieren matar a todas las personas que se encuentran el campo de concentración.
Los soldados alemanes se preparan para abandonar el campo de concentración antes de que llegasen los aliados y quieren matar a todas las personas que se encuentran el campo de concentración.
Guido logra esconder a su hijo antes de ser capturado por un soldado, que lo mata con sangre fría a causa de varios disparos.
A la mañana siguiente,Josué sale de su escondite, como dijo su padre cuando todo estuviese en calma y ve el campo vacío.
El campo ha sido liberado por los estadounidenses y, al ver un tanque entrando al lugar, Josué se acuerda del premio que su padre le prometió. El piloto estadounidense encuentra a Josué asombrado y sin entender lo que habla, se va con él y en el camino encuentran a su madre.